Dios ayúdame - Eliza Eves

Sin embargo, su hija adolescente, Juliet, lleva una vida pecaminosa que tiene a Molly rezando por su pobre alma. Molly está tan desesperada por comunicarse con su hija rebelde que finalmente invita a su sacerdote, el padre Davis, se acerca para intentar hablar con ella. Por supuesto, una vez que Juliet está a solas con el padre Davis, su resentimiento hacia su madre por entrometerse siempre en su vida se desborda. Aunque el padre Davis intenta ser empático, está claro que es un bienhechor como Molly, lo que significa que Juliet no tiene tiempo para él…