laura se sorprende cuando un representante, Fred, de un sitio de citas al que se suscribió recientemente, aparece en su puerta. Es entonces cuando Fred explica que los ‘términos y condiciones’ que Laura firmó al registrarse en el sitio de citas incluían una cláusula que le otorgaba el libre uso de su cuerpo en cualquier momento. Laura se sorprende e insiste en que eso no es posible. Sin embargo, Fred es arrogante y le recuerda que si ella realmente hubiera LEÍDO el contrato, se habría dado cuenta de lo que estaba firmando.